El arte de podar

21 de julio de 2025

Hará unas tres semanas envié el tercer borrador de "Una Melodía de Silencio" a una agencia literaria para su segunda revisión. Este borrador se ha quedado en unas 109.000 palabras, un 15% más ligero que su versión anterior.

Si algo he aprendido durante este viaje es que a veces, menos es más; aun si tienes que podar escenas increíbles a las que has dedicado semanas. Pero cuando algo no acaba de encajar en una historia, lo mejor que puedes hacer es quitarlo. Todo tiene su momento y su lugar. Por ejemplo, a uno puede gustarle mucho la piña y la pizza por separado, pero juntar ambas cosas en un mismo plato sería un error. Sí, acabo de decir que la piña no encaja en la pizza. Esa es mi férrea opinión y la mantendré hasta la tumba.

Ahora hablando en serio, al final del día lo que importa es si una escena está al servicio de la historia. Y no solo se trata de no desviarte en exceso de la trama principal con misiones secundarias que se sobre-extienden o de meter un arco de relleno que no expande el universo de manera interesante. Hablamos también de sobre-exposición de contenido. A veces, la pregunta más difícil que uno puede hacerse es: ¿qué información necesita el lector para seguir la trama? ¿Y qué me dices de cuánta información? ¿Necesitas saber "X" para entender "Y"?

Ese es el principio fundamental que apliqué en el tercer borrador: Simplificación y refinamiento. O, como diría Carmy en "The Bear": Resté, y empujé. Esperemos que no nos hayamos pasado con la poda.

No espero noticias de la revisión hasta al menos la primera semana de agosto, de modo que ahora queda lo más difícil: no tocar el manuscrito y esperar.

Por lo pronto, iré a preparar unas pizzas. Y no, no llevarán piña.


Publicado en Progreso el 21 de julio de 2025.
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