La música del proceso

28 de julio de 2025

Escribir con consistencia no es fácil. De hecho, expando esa declaración a cualquier actividad que se intente hacer de manera consistente durante un largo periodo de tiempo (Los que sufren para ir de manera regular al gimnasio me entenderán).

Pero me estoy desviando, volvamos a la escritura. Hay prodigios por el mundo capaces de plasmar sobre la página tropocientas miles de palabras al día; los Kings y los Sandersons del mundo. Sin embargo, tenemos que ser honestos con nosotros mismos: no todos tenemos la capacidad de poner todas nuestras ideas de manera coherente en palabras con la facilidad que querríamos, ni el tiempo. Al menos, no sin más.

Encuentro extremadamuchomente (sí, me he inventado esa palabra; no la busques en la RAE) más fácil encender el interruptor de escribir con música. No hablamos de inspiración, si no de sentarte en una silla y ESCRIBIR. Hay muchos más factores que me facilitan el proceso, por supuesto. Siempre ayuda tener una estructura con la que empezar a trabajar, escenas que tengo grabadas a fuego en el cerebro o frases ingeniosas que tengo apuntadas en mi viejo pero confiable bloc de notas. Tal vez un tema para otro día.

Volviendo al tema de este post, la música del proceso es tan importante como el procesador de texto donde escribo. Es el componente que me ayuda a dibujar la escena, a comprender el tono de la misma y lo que quiero que transmita. A veces es lo único que necesitamos para encender la chispa de la vida: la canción apropiada para el momento apropiado.

Aquí dejo una playlist que recopila algunas de las canciones que han inspirado varias escenas de Una Melodía de Silencio.


Publicado en Opinión el 28 de julio de 2025.
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